El secretario general del Sindicato de Calzado (UTICRA), Agustín Amicone, trazó un panorama del sector en los últimos cuatro años y se mostró esperanzado con la gestión de Alberto Fernández a partir del 10 de diciembre. “Nosotros tenemos mucha esperanza en Alberto Fernández, en la gestión que se va a hacer cargo», declaró el refrente gremial.
No obstante, remarcó que «la crisis es tan profunda que las soluciones no van a ser mágicas, que se va a necesitar un tiempo y que lo principal es recuperar el mercado interno. Es imposible, yo diría prácticamente sin ninguna posibilidad, llevar a cabo y encarar una política de importación en el sector si primero las empresas no tienen a quien vender y no conozcan sus productos en el mercado interno”.
En este marco, Amicone expresó que es una incógnita llegar hasta diciembre en estas circunstancias «porque nadie ve que el mercado haya mejorado, más allá de algún caso puntual porque también te podría decir que hay algunas fábricas del sector que están exportando a Japón y a buen precio, pero son casos muy aislados. Yo lo destaco porque, en un momento tan crítico, ellos están mostrando nuestros productos de alta calidad en un país de poder adquisitivo alto como Japón, pero la recuperación de los grandes puestos de trabajo no la vamos a ver por ahora”.
La falta de empleo en el sector, producto de la recesión, es otro tema de suma preocupación para UTICRA: “Cuando hacés la sumatoria, encontrás que tenés arriba de 12 mil trabajadores en la calle, sin empleo a raíz de todo esto, no solo por un tema de importación, sino la restricción del mercado interno que no tiene poder de compra. Hubo una reducción notable de las ventas, la reducción importantísima de producción y la importantísima cantidad de trabajadores que quedaron sin empleo”.
También sostuvo que esta crisis es peor que la de 2001 «porque la composición también de la fabricación de calzado fue cambiando fuertemente del 2001 a la fecha. En aquel tiempo, generalmente la producción de calzado local era principalmente de materiales de cuero, sintético y la incorporación de la zapatilla como ensamblado que se hace en la República Argentina era una parte extremadamente pequeña. A partir del 2005 hubo una explosión de radicación de grandes marcas a través de empresas tercerizadas de grupos económicos provenientes de Brasil, que se lanzaron a ensamblar zapatillas en nuestro país”.